lunes, 20 de mayo de 2013

3.4 EFICACIA DE LA FUNCIÓN DIRECTIVA




  EFICACIA DE LA FUNCIÓN DIRECTIVA

Dirección  es el proceso dinámico de actuación de una persona (dirigente) sobre otra u otras (dirigidos o grupo humano) con objeto de guiar su comportamiento hacia una meta u objetivo determinados, a través de su prioridad de decisión que le confiere su posición de poder.

Cuatro son los elementos constitutivos de toda dirección que comprende dicha definición, a saber:

·         Proceso dinámico de actuación
·         Objetivo
·         Prioridad de decisión
·         Posición de poder


PROCESO DINÁMICO DE ACTUACIÓN

Dirigir supone siempre un proceso de influenciamiento  por parte del dirigente sobre los dirigidos que, generalmente, constituyen un grupo. Así, Bass ha definido la dirección de la forma siguiente:

“Cuando un objetivo de un miembro, A, es el cambiar a otro miembro, B, o cuando el cambio de comportamiento de B, beneficiará  a A o reforzará el comportamiento de A, el esfuerzo de A para conseguir el objetivo, es dirección”.

Con esta definición se ve claramente que la nota característica de la dirección es la dinamicidad del proceso de actuación o influenciamiento. Dirección  se concibe  como una interacción  entre A y B, entre dirigente y dirigidos, más que un simple acto de A, ya que si A consigue  o no su objetivo, implica y depende de la actividad o inactividad  por parte de la B. La toma de conciencia de que dirigir  es un proceso dinámico de actuación y una interacción de entre dos o más personas, más que un simple acto unipersonal del dirigente, es sumamente importante y nos sirve para explicar y comprender de una serie de situaciones y problemas con que se encuentran a diario los directivos .

Dirigir es actuar para hacer actuar: es provocar una acción. Esta actuación del dirigente es más que “iniciar actividad” (Hartley) u “originar acción” (Whitehead), ya que la actuación o desarrollo de iniciativa del dirigente ha de provocar acción en los dirigidos encaminada hacia el objetivo perseguido.


OBJETIVO

El objetivo es uno de los elementos  constitutivos de la dirección más característicos y más importantes. “No existe dirección, si no hay un objetivo al cual dirigir”, ha afirmado acertadamente Hartley y Hartley 

Los objetivos pueden ser  de muy distinta índole: materiales o ideales, realistas u utópicos, nobles o reprochables, etc. Como elemento constitutivo de la dirección, lo que importa es la existencia de un objetivo hacia el cual el dirigente tiene que guiar el comportamiento del grupo, y no la clase o el valor del objetivo en sí.  Esta abstracción es necesaria para comprender la naturaleza de la dirección.

También es irrelevante quien los fija y cómo se fijan. Los objetivos pueden ser dictados “desde arriba”, fijados por el propio jefe con o sin la participación  del grupo o de los decididos por el grupo. La forma de fijación de los objetivos depende del estilo de dirección.


PRIORIDAD DE DECISIÓN

Otro de los elementos constitutivos de la dirección es la prioridad de decisión de dirigente.
Esta puede ser amplia e incluir la fijación de objetivos, tareas, atribuciones y normas de actuación de los dirigidos, restringida. En el caso de que los objetivos a alcanzar sean dictados desde arriba o decididos por el grupo, su prioridad de decisión queda reducida al proceso de actuación e influenciamiento y a la determinación de las acciones necesarias para conducir el grupo al objetivo dado, o simplemente al control al grupo para que no se desvíe del camino trazado de antemano. Esta prioridad de decisión del jefe, consustancial a la dirección, implica para los dirigidos una limitación de su libertad de acción.
El grado de prioridad  de decisión y, como corolario,, de reducción de esta libertad de acción de los dirigidos, depende, de nuevo, del estilo de dirección y constituye uno de los problemas centrales y más arduos de resolver en la dirección, tanto desde el punto de vista de su definición teórica como de su ejercicio práctico por todo jefe.

PODER
La prioridad de decisión implica una posición de poder.
            El poder es, pues, otro de los elementos constitutivos de toda la dirección. Según Max Weber:                                                                                                 
“PODER significa toda la probabilidad de imponer la propia voluntad  dentro de una relación social, incluso contra la resistencia e independiente de la base en que esa probabilidad se apoya”.

Por lo tanto, dirigente ha de estar facultado para ejercer dicha prioridad de decisión para actuar sobre sus dirigidos, para indicarles la forma de conducta que conduzca a los objetivos perseguidos o simplemente para que puedan emprender las necesarias  acciones correctivas  en el caso de que se produzcan desviaciones del camino señalado previamente.
La naturaleza del poder  y su forma de ejercerlo dependen, de nuevo, del estilo de dirección y es otro de sus problemas centrales y de los puntos de discordia.


CLASES DE DIRECCIÓN

·       
·         Dirección  informal o liderazgo

El liderato o liderazgo representa, según Young, un dominio fundado en una personalidad poderosa, en la aceptación del líder por parte del grupo, en su capacidad de crear  entusiasmo y convencimiento o en su superioridad para dominar un situación dada. El liderazgo es, por definición, de naturaleza informal y, por tanto, queda restringido a un tiempo  o lugar determinados. El líder surge  espontáneamente del grupo y con la aprobación del grupo, porque sabe interpretar y defender mejor que cualquier otro miembro del grupo las necesidades de éste.

Los cargos directivos en las empresas y en la mayor parte de las organizaciones corresponden a este concepto de dirección formal o jefatura, ya que el jefe no surge espontáneamente del grupo ni actúa con la aceptación del mismo, sino que es nombrado desde arriba. Se le obedece por la posición que ocupa. Sin embargo en la práctica, la eficiencia de un jefe formal tendrá a aumentar  en la medida en que se convierta, además, en líder de su grupo; líder en el sentido antes descrito de que sea aceptado por el mismo.






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